Boyacá Chicó dejó armada la fiesta del Deportes Quindío: le empató sobre la hora para, con un 2-2, forzar los lanzamientos desde el punto penalti y coronarse como ganador del primer semestre, lo que le da el paso a la final en noviembre del torneo de ascenso.
«El equipo sacó la valentía para este tipo de partidos y logró recomponer en un difícil momento. A pesar de la desventaja no bajó los brazos buscando el empate. Esto es un premio de Dios», dijo el técnico del Boyacá Chicó, John Jaime Gómez, a Win Sports +.
Quindío parecía resolver la final en su estadio
Quindío encontró la ventaja gracias al VAR, que detectó una mano en el área visitante de Elkin Mosquera, que el árbitro Nolberto Ararat había sancionado afuera. Jairo Roy Castillo, uno de los más experimentados del plantel y uno de los pocos, junto al portero Luis Estacio, que habían jugado con el club en la A antes del descenso de 2013, no perdonó: 1-0 a los 34 minutos.
Boyacá Chicó no se resignaba. Sabía que con el empate podía forzar los penaltis. Y el juego se volvió golpe a golpe. Y en los últimos 15, ambos equipos pudieron marcar. Primero, Exneyder Guerrero, mano a mano con el portero, la estrelló en el cuerpo del 1 del visitante. Y luego, César Hinestroza salvó milagrosamente un remate de Wilmar Cruz, tras un grave error de Breiner Paz.
Los ajedrezados, por fin, encontraron el premio a su esfuerzo en el minuto 77, cuando Wílmar Cruz le metió la cabeza a un centro pasado de Romir Balanta y anotó el 1-1 que forzaba el desempate.
Pero aún iban a pasar muchas más cosas. Primero, se vino un aguacero en Armenia. Luego, Leyser Chaverra metió un pelotazo cruzado y en el segundo palo, Luis Fabián Mina metió el guayo y anotó el 2-1 que volvía a ilusionar a Quindío. Después, Mosquera le entró muy feo a Mateo Trejos y este respondió ugual de mal: expulsados los dos. Y al final, Sebastián Támara cogió un rebote afuera del área y desde ahí pateó para vencer a Cubero en el minuto 90 y poner los lanzamientos desde el punto penalti en el panorama.
En el desempate, la figura fue el portero Rogerio Caicedo, que detuvo los cobros de Balanta e Hinestroza. Y con eso, el equipo de John Jaime Gómez ya está en la final de diciembre para pelear por el primer ascenso.